PINAMAR – El empresario Martín Melía expresó en Nadie es Perfecto su preocupación por la falta de definiciones de cara a la temporada de verano al sostener que “necesitamos resolverlo hoy, tengo consultas de los negocios, de las reservas, la gente está preguntando” y afirmar que “no lo podemos planificar a último momento, ahí falla el Estado”.

Si bien reconoció que se avanzó en la elaboración de protocolos basados en pilares como
“distanciamiento social, uso de tapabocas, higiene frecuente”, remarcó que “en el protocolo de playa está establecido que ante un caso sospechoso tengas un cuarto destinado a tal fin y en el pliego no estaba previsto construir más metros, no tenemos hoy el lugar y hay que construirlo”.

También, dijo que “en lo que depende del ámbito municipal, si podemos hacer rampas, más deck, más food truck, ampliar la cocina, muchas consideraciones que las tenemos que tener hoy”.

Mencionó que “vamos a tener una temporada más larga, creo vamos a tener un muy buen diciembre a diferencia de años anteriores” y que “Pinamar no tiene otra industria que no sea el turismo y en segunda consideración la construcción, pero está a años luz”.

“Se están trabajando los protocolos, pero no tenemos lineamientos generales, la realidad es que el inversor y el turista quiere decidirse hoy”, agregó.

Frente marítimo

Por su parte, Melía recordó que “se hizo la mayor inversión en la historia de Pinamar, renovando la totalidad del frente de playa que es nuestro principal atractivo” y que “lo que hemos invertido para la reconversión del frente marítimo se planificó con un recupero de inversión de entre 6 y 7 años como mínimo, con lo cual si seguimos invirtiendo seguramente vamos a necesitar algunos años más para recuperarla”.

Así, señaló que “necesitamos tener mayor espacio, con las limitaciones que cada concesionario tiene, mantener la misma capacidad operativa del año pasado pero en mayor espacio”.

“Si tenemos que ceder ingresos, lo va a tener que ceder la municipalidad, menos gente trabajando, menos tasas, menos impuestos”, consideró.

Finalmente, describió que “en nuestro caso el 30 por ciento de la facturación es take away, gente que viene al parador, pide la comida y espera en la recepción o en el deck, ese escenario ya no existe”.