22/04/2016 - 22 de Abril de 2016
ENTERRAR LA TRANSPARENCIA.
Pinamar tiene recurrentemente crisis de confianza en sus dirigentes políticos. Por eso intentamos llevar adelante una norma que lleve un poco de luz hacia este embrollo que es la política.
Las denuncias cruzadas están al orden del día de la mano de la falta de un código de ética municipal que ponga blanco sobre negro la capacidad de contrataciones de los funcionarios públicos, sus allegados/familiares.
En virtud de ello, en 2013 hicimos un proyecto de Ordenanza donde pedíamos que todo aquel que entre en cargo político publique su Declaración Jurada (DDJJ) anualmente junto con la de su pareja, en el caso de que esté legalmente constituido el matrimonio. Era una medida que no inventaba nada nuevo, simplemente que traíamos a PINAMAR lo que vemos en diferentes estamentos Nacionales.
Siempre es difícil mostrar lo que uno tiene al público general, ya que muchas veces la inseguridad está a la vuelta de la esquina, pero cuando le pedimos el voto al vecino le explicamos cómo vamos a ser de duros contra la corrupción, la falta de transparencia y cuentas claras de los que están.
¿No hay contradicción? No en nuestro caso ya que lo propusimos desde el día 1 y con la ingenua esperanza de dar el primer paso, el proyecto, después de ello viene el debate y la descalificación normal del mismo de parte del que no lo hizo, a veces fundada y a veces no, pero se da la discusión.
Hoy tenemos la certeza que la discusión de la transparencia no se va a dar. No pudimos tratarlo por falta de ganas cuando el Frente Renovador estaba en el HCD y hoy la acaban de enterrar. Directamente la mandaron a archivo.
¿Cuántas veces hemos escuchado como los patrimonios de funcionarios públicos aumentan por fuera de lo normal? ¿Cómo se entiende que los dirigentes no quieran publicar sus DDJJ?
Será que renacerá el hambre por transparencia el año que viene con las elecciones legislativas.
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