Todavía falta algún detalle, pero el Juzgado de Faltas de Pinamar ya casi está al 100 %, quizás con la falta de algo de mobiliario o la instalación de alguna aplicación.

“En dos meses estamos funcionando mucho mejor de lo que pensábamos”, simplifica el doctor Lamarque, acerca de la evolución del Juzgado de Paz.

“La intención siempre es con un proceso bastante largo, primero con la concientización en la calle, luego vienen las actas de infracción, que luego vienen a nosotros que somos quienes hacemos el juzgamiento y después lo que corresponde al departamento ejecutivo, a través de Hacienda, perseguir el cobro, porque no tiene ningún sentido hacer muchas actas, empapelar todo, y luego no cobrarlas”, explica.

Además, se está realizando una capacitación para preparar los equipos en el verano donde históricamente siempre ha faltado personal para llevar adelante los controles necesarios.

Para Lamarque hay un tema cultural que nubla un poco las buenas intenciones de ordenar el tránsito, las faltas que se producen en lo bromatológico y tantas otras zonas conflictivas de la operatoria que se multiplican en los meses de temporada.