Todos lo conocen como “el kiosco de Ever.” Ubicado en Av. Libertador a metros de Bunge, es el lugar obligado para conseguir lo indispensable hasta bien tarde. Y en verano permanece abierto todo el día.

Pero en esta época, en donde hay poco movimiento, EverCometti cierra mas temprano. Y es ahí donde los malandras aprovechan para cometer sus delitos sin importarles si hay cámaras de seguridad que los filman, como en este caso.

“Esto fue el martes a la noche” cuenta el comerciante. “Unos guachines forzaron unos candados que tengo acá, en las reservas de mercadería. Pero bueno, ya estamos medio acostumbrados también… Esto fue alrededor de la 1 y 40 de la madrugada la primera vez, y después volvieron por más a las 5 de la mañana. Eran 5 pibes. Se metieron y después salieron corriendo todos con mercadería. Y al rato volvieron por más.”

• ¿Acá hasta qué hora tienen abierto?

• Hasta la 1 de la mañana más o menos, a veces 2 y media. Pero ahora que está tranquilo cerramos, porque la verdad queda muy muy oscuro y peligroso, no anda nadie. Entonces a veces se cierra antes.

“Esta es la segunda vez” aclara Ever. “Hace 15 días ya habían forzado el candado, por eso decidí dejar todas las luces prendidas a la noche afuera. Con las luces las cámaras se ven mejor, tengo cámaras en la esquina, las del local. Pero no les importa nada, igual lo rompen.”

• ¿En este caso qué te llevaron?

• Solo bebidas, porque tengo afuera unos cajoncitos con la mercadería para tener espacio y ellos sabían, porque ya habían visto una vez cuando estás reponiendo donde ven. Así que sí, decidieron romper los candados y llevarse, primero, 10 o 12 packs de bebidas y después otros 8 o 10 packs más. Cuando vine a abrir en la mañana lo encontré roto, llamé a la policía y los muchachos vinieron enseguida, pero bueno, ya estaba hecho.

Recordó que “hacía unos días habían forzado el lugar, pero no lo habían podido romper. Eran dos pibes solos. Ahora se ve que eran más, cinco, todos conocidos, porque son los pibes que vemos todas las noches en las calles. Los vemos a las 10 de la noche, las 9, las 12, las 1, a toda hora, todos juntos. Y por lo que me dicen los vecinos, se van acá atrás” e indica la calle Jonás, hacia el lado del Parque Tridente.

“Fui a un lugar donde se meten, y estaba lleno de botellas. Y de ahí no sé si pasan para el otro lado o qué. Por ahí los robos no los escuchamos tanto, pero después entre vecinos escuchamos que pasa todos los días. Yo de la parte de (el barrio) Náyades todos los días escuchamos que un auto, una puerta, una obra. Se escucha cada vez más, eso es lo malo, ¿no?.”

“Dentro de todo, están todos identificados los pibes, por lo que me dijeron de la policía. Pero tampoco sé si los dejan detenidos” dijo finalmente Ever.

FUENTE: EL MENSAJERO.