Según Amazon, el potencial de Nova Act va más allá de la simple navegación: la empresa planea integrarlo a Alexa+, su asistente virtual, para optimizar la experiencia del usuario en la interacción con servicios en línea.
Con este desarrollo, además, la compañía de Jeff Bezos apuesta a la implementación de un sistema de inteligencia artificial que no solo sea capaz de ejecutar órdenes con alta precisión, sino que también aprenda mediante pequeños ajustes y refuerzos que le permitan mejorar su rendimiento.
Esta innovación se suma a una tendencia global donde otras empresas tecnológicas también desarrollan agentes de IA con acceso en tiempo real a Internet. Por ejemplo, ChatGPT Operator permite a los usuarios solicitar que la IA compre pasajes de avión o realice búsquedas complejas en la web, mientras que Google prepara un asistente llamado Jarvis para facilitar la navegación y las compras online, aunque siempre manteniendo el control final en manos humanas.
¿Qué es la Inteligencia Artificial Autónoma?
Para entender la inteligencia artificial autónoma (IAA), primero es necesario diferenciarla de la IA tradicional. La IAA como una tecnología que permite la automatización inteligente de procesos, al liberar a los trabajadores de tareas repetitivas y propensas a errores.
Mientras que la IA tradicional se basa en modelos, que mediante el entrenamiento de un algoritmo, realizan predicciones o toman decisiones basadas en datos, la IA autónoma ya viene con conocimientos básicos. Abarca una amplia gama de técnicas que permiten a las computadoras aprender de los datos y realizar inferencias basadas en ellos sin estar programadas explícitamente para tareas específicas.
Esta diferencia clave radica en la capacidad de los sistemas autónomos de aprender de manera continua, adaptarse y realizar funciones con un grado de independencia.
















