En los primeros minutos, el partido tuvo un ritmo entrecortado por varias infracciones que frenaron el juego. Inter Miami buscó adelantarse rápido y avisó a los 13’, cuando Mateo Silvetti conectó un cabezazo en el área tras un centro preciso de Messi, bien resuelto por el arquero. Unos instantes antes, el capitán argentino había sufrido un golpe que obligó a detener el encuentro, en medio de un inicio friccionado y con mucha tensión en la mitad de la cancha.