Nicolás Valdés es Director de Edificios Privados y Espacio público, y señala: “todavía no nos recuperamos de este golpazo que nos ha dado la ciudad y que conmocionó a toda la República porque nos conmocionó a todos por igual”.

Lejos de hacer del hecho algo muy complejo, Valdés explica: “La obra fue paralizada en el total de los trabajos que se podrían estar haciendo, esto es parte del procedimiento que generalmente realizamos y el mismo día se presenta en la Dirección de Obras Particulares, una profesional de la Arquitectura, en representación de la Sociedad Anónima para solicitar un aviso de Obra que en nuestro ordenamiento vigente establece una diferencia entre lo que es el Permiso de obra y lo que es el Aviso de Obra. Este es un mecanismo para avisarle al municipio que va a realizar trabajos de menor importancia generalmente son para una remodelación, aberturas, en general trabajos de menor importancia”.

Como es habitual en esta situación el director autoriza estos trabajos que solicita la arquitecta, con un condicionante que queda en esa solicitud y es que solamente los permite en la planta baja. Era para un recambio de revestimientos y pisos, una pintura y también y algo de cambio de aberturas.

El funcionario supone que el comprobante ha sido mal usado, arrogándole un alcance para el cual no fue emitido. Ahora ya es tarde y habrá que revisar ordenanzas y delimitar responsabilidades sobre los edificios, enriqueciendo la ordenanza de control de fachadas con que cuenta Gesell.