Entre estos tributos se incluyen impuestos, tasas, contribuciones y derechos, cada uno con características y propósitos específicos que contribuyen al financiamiento de los servicios públicos y a la administración del Estado. Un aspecto destacado del estudio es la diferenciación entre los diversos tipos de tributos, subrayando que incluso las tasas, que se consideran contraprestacionales en principio, pueden incluir componentes que se asemejan a los impuestos cuando superan el valor de la contraprestación directa recibida.

El informe también resalta que, a nivel nacional, se identificaron claramente 61 impuestos distintos que operan en los tres niveles de gobierno. Esta clasificación es crucial para comprender la complejidad del sistema impositivo argentino y sus implicaciones para los contribuyentes y la economía en general. 

En términos de recaudación, el estudio reveló que los 10 tributos principales concentran aproximadamente el 92% de la recaudación total del país. Destacando entre ellos, el impuesto al valor agregado (IVA) lidera con una participación significativa del 27%, subrayando su relevancia dentro del sistema tributario argentino.

El vademécum fiscal del año 2024 también ha experimentado modificaciones significativas con respecto a su edición anterior. Estas incluyen la incorporación de tres nuevos tributos a nivel nacional y siete a nivel municipal, así como la eliminación de dos y uno respectivamente. Estos ajustes reflejan los cambios dinámicos en las políticas fiscales y la necesidad de adaptarse a las nuevas realidades económicas y sociales del país. 

El análisis del IARAF no solo proporciona una radiografía detallada de la estructura tributaria actual, sino que también ofrece recomendaciones para una mayor claridad y eficiencia en la administración de los tributos, buscando optimizar la capacidad recaudatoria del Estado sin imponer una carga excesiva sobre los contribuyentes.